Encuentran cueva cerca de Minas con pistas sobre las primeras poblaciones

Arqueólogos descubrieron Cueva Amarilla; material extraído fue datado en 10.000 años y quieren volver a excavar.
El nombre no es original. Pero quizás no hay que preocuparse por ese detalle de Cueva Amarilla -formada por ópalo de ese color-, sino en que es una cueva ubicada en el departamento de Lavalleja , totalmente desconocida, y que para sus descubridores y primeros exploradores tiene un “potencial arqueológico muy grande”. ¿Qué puede contarnos? Por ejemplo, cómo la usaron de refugio los pobladores de este territorio hace unos 10.000 años.

Cueva Amarilla 5.JPG

Andrés Florines, investigador del Instituto de Ciencias Antropológicas del Departamento de Arqueología de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República, y Arturo Toscano, experto en evaluación de impacto arqueológico, la encontraron mientras realizaban una prospección cerca de la ciudad de Minas previo a la instalación de un parque eólico.

La primera excavación -una muy somera- la hicieron junto al argentino Hugo Nami, miembro del Consejo Nacional de Investigadores Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET) y ahora esperan conseguir financiamiento para realizar una campaña para profundizar los hallazgos.

“En Uruguay casi no se conocen cuevas; hay que buscarlas, hay que trabajarlas; son algo más bien raro. Y Cueva Amarilla tiene un potencial muy grande”, dijo Nami a Revista Domingo.

De hecho, Cueva Amarilla es la primera cueva en el país que registra una edad de 10.000 años y, por lo tanto, “merece atención” porque esconde respuestas sobre los primeros cazadores-recolectores, no solo de la región, sino de todo el continente.

El espacio.
Orientada al sureste, esta cueva fue encontrada en lo alto de un afloramiento rocoso de unos 300 metros de altura. La parte explorada es relativamente pequeña: unos 9,50 metros de profundidad y una entrada bastante más reducida (1,50 metros de alto y 1,75 metros de ancho en el acceso de mayor tamaño). El interior, probablemente, sufrió un derrumbe. “Hay que evaluar cuándo fue ese derrumbe, si tiene más de 10.000 años o menos”, señaló Nami.

cueva amarilla8.JPG

La antigüedad no es aleatoria. Es la datación que arrojaron diversas pruebas en muestras de carbón extraído de la cueva.

Esa edad indica que allí tuvo lugar una de las primeras ocupaciones de bandas de cazadores-recolectores del territorio y, al mismo tiempo, puede dar más evidencia para responder a grandes preguntas relacionadas con las rutas migratorias, eventos de colonización y desarrollo socio-culturales de ese momento de la prehistoria. “Este es el primer fechado absoluto del departamento de Lavalleja y, además, data a sus primeros habitantes”, dijo.

Para Nami, Cueva Amarilla es un libro abierto que espera desde entonces ser leído en voz alta. Y tiene varias “ventajas” para que eso sea posible.

Una de ellas es la presencia de carbón. “Es uno de los mejores materiales para fechar por la técnica del Carbono 14”, señaló.

El carbón soluciona uno de los problemas más frecuentes señalados en otros sitios arqueológicos del país: la falta de material orgánico y la presencia de sedimentos muy ácidos (esto lo aprendimos la semana pasada en la nota sobre los petroglifos de Salto y Artigas ). “Las dataciones radiocarbónicas son uno de los mejores métodos; es lo ideal”, apuntó.

Por otra parte, es un espacio cerrado que, presumiblemente, ha sufrido menos perturbaciones ambientales que un sitio a la intemperie y ubicado cerca de ríos y arroyos. Al aire libre, las piezas están a merced de los pisoteos de los animales y de la acción de las lluvias y las corrientes (milenio tras milenio).

“Generalmente, un potencial de las cuevas es el hallazgo de restos óseos o de cualquier otra evidencia de lo que dejó allí la gente”, contó a Revista Domingo.

La excavación inicial fue prometedora. Además de carbón, se encontraron diversos artefactos, entre ellos, un raspador y desechos de piedra (en cuarzo y ópalo) resultantes del trabajo de una herramienta.

“Curiosamente”, a juicio de los investigadores que publicaron sus hallazgos en la revista Archaeological Discovery, apareció una pieza tallada hecha en silcreta que era una “roca muy utilizada por los primeros recolectores”.

Cuava Amarilla_ID15 (1).jpg

En Cueva Amarilla no se encontraron hasta el momento puntas “cola de pescado” (proyectiles), pero es un hallazgo común en sitios cercanos (Canelones, Florida, Maldonado y Rocha), por lo que Nami no descarta que puedan estar en el nivel datado o más profundo en el sedimento. Hay que tener en cuenta, además, que los arqueólogos encontraron “miles de artefactos” hacia el noroeste de Cueva Amarilla, en un punto que fue identificado como un importante sitio que sostienen que funcionó como “cantera-taller”, especialmente de piezas manufacturadas con ópalo.

Con todo, Nami, Florines y Toscano planean realizar otra excavación en Cueva Amarilla este año porque, aunque saben poco sobre lo que guarda en sus entrañas, lo que saben ya los hace pensar que es un “eslabón más en la cadena de hallazgos” en esa parte del territorio y que arrojaron evidencia de las ocupaciones de cazadores recolectores. Nami cree que entre tres y cuatro semanas de trabajo serán suficientes pero requieren de apoyo para cuestiones logísticas.

“Tiene mucha potencialidad -repitió el arqueólogo argentino- y ya está fechada. Hay que meterle. Tenemos que ir los tres y alguno que quiera prenderse. (Y aunque todo ha estado ahí por 10.000 años) Toscano y yo ya nos estamos haciendo grandes y hay que hacerlo”, bromeó.

Cueva Amarilla 1.JPG

EL PAIS – Por María de los Ángeles Orfila

Si te resultó interesante compártelo...